Aquí antes había unos vídeos. Eran los vídeos "que tenía que haber aquí" porque ¿cómo vas a presentarte sin un vídeo? Que eso es lo que se hace ahora. Así es cómo funciona esto. Tardé días en grabarlos quitándole horas de mi tiempo a mi familia, sintiéndome presionada y sin sentirlo como algo natural. Nunca me gustaron. Así que los he quitado.


La maternidad es un camino de aprendizaje constante. Es un camino de aceptación y de volver a conocerte a ti misma al tiempo que vas conociendo a tu bebé. Es un camino de afianzamiento, de validación y reivindicación de tus emociones y de tus decisiones. De comprender que hacer o no hacer algo depende de ti y lo que tú decidas está bien. Sin aprobación de nadie más.


Así que llevo un tiempo madurando la idea de que estos vídeos que había aquí eran una especie de búsqueda de aprobación. Tu aprobación. La aprobación de las personas que alguna vez habéis pasado por aquí. Porque todo debe ser inmediato, fácilmente masticable y rápido. Menos de 2 minutos es el tiempo que algo merece nuestra atención hoy en día.


Pero es que yo no soy así. Yo quiero sentarme contigo y tu bebé y escucharte un rato largo.


Quiero darte el espacio para que llores tu lactancia que no ha sido y para que respires y cojas impulso para poder disfrutar tu lactancia que sí es. Quiero acompañarte en esa búsqueda y darte herramientas para que tu familia y tú podáis disfrutar de un periodo que es único.


Muchos comienzos de lactancias son difíciles. Las madres sentimos mucha presión. No podemos fallar. Tenemos que ser capaces o tenemos que abandonar. ¿Y el escenario intermedio, ese en el que vas trabajándolo y día tras día ves un avance?


Con ayuda casi siempre todo mejora y luego te ves (meses e incluso años después) presionada de nuevo. ¿Aún le das el pecho a tu bebé? Y te asaltan todas esas preguntas que están implantadas en tu cerebro a causa de esa búsqueda de aprobación: ¿todavía le doy el pecho? ¿debo dejarlo ya? ¿lo dejo ya? ¿le quito la teta?


Pero tú te ves feliz dentro de una experiencia vital que es inigualable. Si has dado el pecho alguna vez disfrutando de ello sabes que el día que cambiéis de etapa habrá terminado un tiempo precioso.


Ese tiempo merece tu tiempo. Merece tu atención y merece el respeto del mundo. Tú como madre lactante mereces respeto para decidir en tu lactancia lo que sea mejor para ti y tu bebé, para decidir cómo quieres hacerlo, cuándo quieres continuar y cuándo quieres parar. Mi labor es acompañarte de tú a tú en todo este proceso, tanto si es al principio de tu lactancia como si es al final.


Te espero. Te respeto. Te acompaño.

Share by: