Cuando una mujer dice "no he conseguido sacarme mucho con el sacaleches"
yo me preocupo por lo que no está diciendo
("no soy capaz, algo me pasa").
Lo primero que les pregunto es si están seguras de estar usando la talla correcta de embudo. Algunas dicen que sí. Otras no saben que los embudos tienen talla. Ahí ya tenemos algo que puede estar influyendo.
Luego les pregunto si están seguras de que su sacaleches está en buenas condiciones: tubos, válvulas y conectores sin deformar por exceso de tiempo o calor al esterilizar, por ejemplo. Hay que tener en cuenta que los extractores tienen piezas desechables y hay que comprobar si están funcionando correctamente o es hora de cambiarlas. Tiene que encajar todo bien para que el vacío se mantenga.
Por último, les pregunto si es un sacaleches muy antiguo, si pueden estar seguras de que la bomba está funcionando bien.
En este punto suelen estar un poco más tranquilas porque sienten esperanza. Puede que no sea problema de ellas sino de los elementos. En muchos casos es así.
En muchos casos funciona mejor la extracción con sacaleches manual
en lugar de eléctrico e incluso la extracción manual, sin sacaleches.
Ayer me decía una madre que sentía la extracción como algo mucho más personal e íntimo cuando se extraía leche de forma manual (sin sacaleches), que se relajaba más.
Ay, amiga. Esa palabra: relajación.
Es habitual tratar de sacarse leche mientras tu bebé demanda tu atención o mientras planificas todo lo que tienes que hacer, las citas que tienes por delante, lo poco que te queda de baja maternal… ¡y no sale nada! Así que se entra en un círculo vicioso en el que no sale leche, una se estresa, se frustra, se enfada… qué difícil es.
Aquí hay que hacer un llamamiento a dos cosas:
Primero, a la confianza en el cuerpo de una. El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a la extracción. Necesita repetir unas cuantas veces para entender que tiene que producir y dejar salir. Dale una oportunidad y prueba varios días seguidos.
Segundo, a la oxitocina, esa increíble hormona que es la responsable de que la leche salga y que actúa a nivel global, no solamente en una de las mamas. Es la responsable de que el tejido mamario se contraiga y pueda salir la leche.
Esto no quiere decir que si no estás a tope de oxitocina no vayas a sacar ni 1 mL de leche, pero quiere decir que la extracción está facilitada por la oxitocina y, si las condiciones no son propicias, la extracción se dificulta.
Así que, ¿cómo puedes mejorar tus extracciones?
Revisa tus herramientas
lo primero. Evalúa cuáles te funcionan mejor. Prueba distintos sacaleches si puedes.
Imita la succión del bebé: primero ciclo de estimulación (los sacaleches eléctricos lo suelen tener incorporado; si es manual, "succiones" rápidas hasta la mitad varias veces, luego "succiones" enteras).
Prueba en distintos momentos del día: con tu bebé al pecho, entre tomas...
Prueba la extracción manual. Disfrútala. Tu cuerpo tiene el superpoder de producir alimento por sí solo. Es ESPECTACULAR. Hónralo y cuídalo. Mímalo.
Busca un lugar calmado. El baño de tu trabajo no es el lugar adecuado, además de no ser higiénico en absoluto.
Ponte música, pasea si tienes herramientas portátiles, canta (¡cantar libera oxitocina!), mira fotos o vídeos de tu bebé, pídele a tu pareja que te dé un masaje o simplemente que se encargue del bebé. Tapa el sacaleches mientras lo utilizas. Extrae mientras tu bebé mama del otro pecho...
En definitiva, busca la paz. Respira. Disfruta. Tienes un cuerpo de mujer y es INCREÍBLE.
Si aún así no consigues un volumen satisfactorio, busca a alguien especializado que te pueda ayudar (una asesora, IBCLC, una matrona bien formada...). No estás sola y casi seguro que lo que te está pasando tiene remedio. Lo estás haciendo bien.
Y cuando te dé por pensar que el sacaleches es una máquina del diablo que te roba horas de vida, reflexiona acerca de los motivos que os han unido. ¿Tu lactancia está siendo complicada y sientes que no avanzas? ¿Tu bebé no coge el peso suficiente? ¿Tienes que volver al trabajo? Todo tiene una explicación y una causa y quizás ver el sacaleches como una herramienta que te permite solucionar esos problemas te puede ayudar a no querer estamparlo cada vez que lo enciendes. Porque el ruido es desagradable. Lo sé.
Puedes pensar también que con un sacaleches las mujeres podemos donar leche para bebés que lo necesitan, por ejemplo, o que tu bebé puede sentirte un poco más cerca cuando no puedes estar con él. Trata de mirar más allá de ese momento pero, sobre todo, si sientes que necesitas ayuda, búscala. Casi seguro que tiene solución.
¡Mucho ánimo! Y recuerda: soy mujer y soy capaz de producir leche. ¡Soy la leche!